Diversos son los paisajes donde a veces los hombres encuentran libros nómadas, libros sin hogar, de paso siempre. A nadie pertenecen porque son de todos y ninguno.
Si te has cruzado con alguno de estos libros y ha seguido tu camino o si ha continuado su propio rumbo, recuerda al aviador perdido en el desierto que vio marcharse a un Principito, y no me dejes a mí en ese silencio sin saber qué te contó el libro que escribí, por dónde aún navega...


La literatura, desde tiempos de Homero, sólo es el regreso a los lugares en que perdimos el corazón...

(Gustavo Martín Garzo)

21 septiembre 2009

Viaje de otoño


Nada mejor para disfrutar el milagro de los otoños que iniciar un viaje hacia el cambiante color de los campos y los hombres. Zarpar, eso han hecho ya algunos de mis libros. Unos han tomado el tren en la estación de Sigüenza, otros un avión hacia Nueva York y París. En autobús y a pie otros se han ido de mí definitivamente a vivir sus propias aventuras. Un par de ellos se quedaron enamorados de cierto Doncel de fama universal y decidieron pasar su primera noche emancipada en la sobria elegancia de una catedral castellana. Espero que un día alguno de estos libros nómadas me diga por dónde anda, cómo le va. Si encontró amor o desdén. Si la vida al fin resultó ser esa apasionante promesa que ofrecen los días...

5 comentarios:

  1. querido amigo
    me alegra te decidieses a compartir la idea del libro sin dueño a tu manera con este libro nómada
    al que deseo todo el éxito del mundo
    enhorabuena amigo

    ResponderEliminar
  2. Hermosa estación. Hermosa intención.
    La una y cuarto marca de partida, el reloj. Al fondo andén solitario que aguarda. Resulta evidente la comodidad del silencio. Carencia de actriz o galán principal por la zona de embarque. Primer plano de un banco impecable que presume de sueños, paternal portavoz de las confidencias. ¿Permanecerá en activo el mecanismo que hace danzar las agujas, que mece los ejes del tiempo, las horas vivas, cuando, sin duda de madrugada, ya de vuelta, arriben leídos-ajados-henchidos-amarillos-rejuvenecidos-o-desarbolados, cualquiera de esos tus libros hoy lanzados a la red incierta, colombófila, mensajera?
    En "Los libros arden mal", nuestro colega Rivas, antes de darse a viajar por su Tierra (la nuestra), cita al maestro Machado (Juan de Mairena) y subraya: "Incierto es, en verdad, el porvenir. ¿Quién sabe lo que va a pasar? Pero incierto es tambien lo pretérito, ¿quién sabe lo que ha pasado?"
    Ancho, grato y sabroso viaje, amigo Jaime.

    ResponderEliminar
  3. El velero conmocionó al universo.
    Alquimistas del mundo sin materia prima. Veletas sin cometa. Muñecas de trapo con ansias de vida.
    Así, como suelen ocurrir las cosas que tienen sentido llegaron tus libros a mis manos, por azar, no azahar ni jazmín, por azar, liberados, con la goleta reventada de furia y sin aliento. Esta vez no se fueron a ninguna parte, ninguna estación los esperaba afuera. Se fundieron con el mar, allí se quedaron sin aliento, se apoltronaron en un rincón del alma para naufragar con el hálito de tus palabras.
    Composiciones de vida, libertad, muerte y soledad. Sigue volando, libérrimo amigo sin cuartel, hacedor de historias sin final, crepúsculo de amaneceres que se van, inmortalidad ansiada de certezas que no llegan, adorna tu pluma en la noche inmensa, intensa y échala a navegar, que el velero no se pare por nunca jamás.

    ResponderEliminar
  4. Quizas encuentre un libro un dia de estos que vaya por Siguenza.
    Victoria

    ResponderEliminar
  5. He llegado a este blog tecleando su nombre en google después de la charla que ha dado en la facultad. Agradecidos todos de poder escuchar la voz de la experiencia. Sinceramente, a muchos nos ha sabido a poco pero no podíamos pedir más. Espero que no le importe que a partir de hoy siga su blog. Y lo invito humildemente a seguir el mío sobre libros ya que el de Desarrollo sostenible ya se lo presenté hoy.
    Gracias.
    Un cordial saludo,

    ResponderEliminar